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La Casa Lobos, con una superficie cubierta de 1.300 m², una vivienda de diseño exclusivo que combina funcionalidad, lujo y conexión con el entorno.
Su composición arquitectónica se centra en la disposición de cuatro volúmenes macizos, conectados entre sí por un volumen central vidriado de doble altura. Este espacio no solo actúa como el eje principal de la casa, sino que también establece una conexión visual y física entre el frente y el fondo del lote, convirtiéndose en la entrada principal y en un punto de encuentro dentro del diseño.
La cochera semicubierta está estratégicamente diseñada para ocultar los vehículos gracias a una tabique frontal, logrando una vista despejada y ordenada.
En las cercanías del ingreso al interior de la casa se encuentra una cava subterránea, que además de ser funcional, se integra visualmente como un detalle estético destacado para los visitantes.
La cocina se convierte en un espacio central, equipada con una isla de mármol negro y mobiliario de madera que incluye detalles únicos como un punto de café y accesorios ocultos a las áreas de servicio.
Por el lado de las habitaciones, la habitación principal cuenta con un techo corredizo que permite controlar la iluminación natural, mientras que las habitaciones de las hijas reflejan sus personalidades a través de muebles, tapizados y murales diseñados a medida.
El diseño también incluye espacios de bienestar y trabajo, como un gimnasio en la planta alta, y una oficina personalizada con detalles que reflejan los gustos musicales del cliente, como guitarras en las paredes. Este espacio incluso cuenta con un balcón con acceso directo a la piscina.
La zona recreativa destaca por su piscina climatizada con un diseño in-out, en la que una parte se encuentra dentro de la casa y otra al aire libre. Su base iluminada con fibras LED simula un cielo estrellado, ofreciendo una experiencia única durante la noche. Junto a la piscina, se ubican un fogón lineal inmerso en el agua y un sauna revestido en madera, que completan este espacio de relajación.
En el exterior, un vagón de tren reciclado se convirtió en un espacio de reuniones con bar, baño y una pérgola, rodeado de una laguna artificial que combina peces, plantas naturales y un revestimiento de arena. Este elemento, junto con el paisajismo cuidadosamente diseñado, refuerza la conexión de la casa con la naturaleza.
Finalmente, el quincho, solicitado como un espacio independiente para reuniones sociales, cuenta con una galería amplia, parrilla, hidromasaje, fogonero y una sala de grabación profesional equipada con aislamiento acústico.
Casa Lobos es mucho más que una vivienda: es un proyecto integral que refleja la personalidad de sus habitantes, ofreciendo espacios funcionales, de lujo y perfectamente integrados con el entorno natural.
